Albert Camus
La Peste
El narrador nos cuenta lo que ha visto en Orán, asolada por la
peste, la subida de las ratas que mueren en todas partes, en las calles, en las
casas; la aparición de la enfermedad pocos médicos identifican de momento; las
medidas cada vez más severas que toman las autoridades. Finalmente hay un
aislamiento total de la ciudad, con la consiguiente separación brusca de seres
que no estaban preparadas para ello. El doctor Rieux y su esposa; el periodista Rambert y su
amiga ,que ha quedado en parís.
EL Doctor, pese a sus
preocupaciones, lucha cuanto puede contra la epidemia por piedad ante la
miseria, por amor a su profesión y su honradez a su alrededor se agrupan otras
buenas voluntades: El escritor Tarrou, que quiere ser un santo sin creer en
Dios; Grand, el humilde funcionario presa de gran pena y una ilusión absurda; padre Paneloux, a quien la peste pareció primero un castigo merecido, pero que
luego se impresiono ante la muerte de un niño.
Tarrou y el sacerdote sucumben, Grand
escapa difícilmente. Luego la epidemia
cede. Se abren las puertas de la ciudad y acaban las separaciones, pero el
corazón de los hombres a cambiado. El mismo Rieux, saturado de fatiga y
sufrimiento, se entera con esteoicismo de la muerte de su esposa. Continuará en
su puesto: ”Los enfermos no tienen vacaciones” y los médicos tampoco. Además,
confiesa que él es quien ha escrito la crónica. Ha querido dar testimonio de
que había en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio y que
hay que permanecer siempre en alerta por que el bacilo de la peste no muere
jamás.
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